Cuando Oscar Botero Hoyos y Roberto Cardona Arias pusieron sus mejores intenciones en la creación de la feria de Manizales y la fiesta brava, quisieron que tuviese un himno representativo y comenzaron a buscar alguien que lo compusiera. Por su parte Guillermo González Ospina, cuando escribió la letra de “Feria de Manizales”, pensó en buscar un músico que al ritmo de bambuco la musicalizara.


La letra del hoy conocido pasodoble Feria de Manizales comenzó a impactar por la belleza de su composición y la profundidad de sus estrofas, razón por la cual se comenzó a buscar quien le brindara una musicalización y le diera vida y fue Luis Carlos González, el músico más famoso de la región, quien propuso un ritmo español para la letra debido a la tradición española y taurina que había marcado la ciudad.

Botero Hoyos y Cardona Arias le encomendaron la tarea a Agustín Lara quien rechazó la composición ya que la letra del pasodoble no era de su autoría. Finalmente, Hoyos Botero contactó a la banda española El Empastre, quienes habían actuado en la Plaza de Toros La Santamaría. El director de la banda, Alberto Muñoz, al ver la pieza que le habían encargado, le asignó a su mejor músico esta labor: el trombonista Juan Marí Asins quien, impactado por la belleza de la composición, se encargó de darle las notas definitivas a lo que hoy conocemos como pasodoble Feria de Manizales.


El 26 de enero de 1956 sonó por primera vez en la ciudad el pasodoble Feria de Manizales y, después de casi 60 años, sigue sonando como premio a aquellas faenas consideradas excepcionales en la Plaza de Toros de Manizales cuando el torero está realizando una faena llena de arte y valentía